#YincanaHistorica -
Reto Lecturas 2016 de Novela Histórica
Semana 1 – Miércoles – Conflictos bélicos
Transcurre durante la Guerra Fría
“El umbral de la eternidad” de Ken Follet
Editorial: PLAZA & JANES, 2014
Escribir y explicar la intrincada Guerra Fría en forma
sencilla, es un trabajo titánico, pero si se hace desde el punto de vista de
varias familias de nacionalidades diversas…es más titánico aún. Por eso, el
libro “El umbral de la eternidad” de Ken Follet tiene, obligatoriamente, 1152 páginas. Obligadas, reiteramos, pero necesarias
para conocer la historia compleja de esos años tensos, para vivir amores tórridos o románticos y para ‘tener
el corazón en un puño’ cuando el peligro, el miedo y el dolor acechan a los
protagonistas. Este libro completa la Trilogía del siglo XX o “La centuria”,
cuyas dos primeras partes son “La caída de los gigantes” (Primera Guerra
Mundial) y “El invierno del mundo” (Segunda Guerra Mundial).
Año 1961. Una familia alemana es vigilada por la
policía secreta, mientras uno de sus hijos intenta huir a Occidente. Un joven
norteamericano con familiares negros, lucha por sus derechos, trabajando en la
cercanía de las más altas autoridades. Dos hermanos rusos muy unidos, se
enfrentan: él apoyando al Kremlin, ella gravitando entre los posibles rebeldes
al régimen. Familias inglesas de origen humilde ascienden socialmente, aunque
mantienen secretos perimidos. De esta manera, los personajes, todos
políticamente involucrados, participan de sucesos significativos: intentos
expansivos de Rusia y su contracara popular opositora, los avances ingleses en
materia social, la sucesión de presidentes estadounidenses y los vaivenes
políticos de una Alemania dividida.
Como si fueran insignes aventuras, los hechos
históricos se suceden: asesinatos, marchas que se reprimen con el terror,
escándalos, espionajes, diplomacias, bravuconadas, arrebatos, traiciones.
“…la principal preocupación de Dimka era el movimiento de reforma que se estaba pidiendo con la Primavera de Praga y que había provocado la división más amarga en el Kremlin desde la crisis cubana de los misiles.”
Y los hechos, naturalmente, protagonizados por
figuras conocidas: Kennedy, Jhonson, Nixon, Carter, etc. Martin Luther King y su
‘Tengo
un sueño’:
“»Con esta fe podremos arrancar de la montaña de la desesperación una piedra de esperanza.
»Con esta fe podremos transformar el sonido discordante de nuestra nación en una hermosa sinfonía de hermandad.»Con esta fe podremos trabajar juntos, rezar juntos, luchar juntos, ir a la cárcel juntos, defender juntos la libertad, sabiendo que un día seremos libres.”
Gorbachov, Juan Pablo II, etc. Watergate,
Primavera de Praga, Perestroika, comunismo versus catolicismo, etc. Siberia,
Cuba, Londres, sur de los Estados Unidos, etc. Y los etc. se siguen sucediendo...
¿Puede este caos de lugares, sucesos y personajes
ordenarse en una novela? ¿Puede leerse sin desfallecer? Sí, el autor la forja y
el lector se fascina. Porque relata desde la vida cotidiana de los personajes.
“Después de que su breve relación amorosa acabara en pelea, habían pasado un año sin hablarse. George se había sentido herido y desconcertado. No sabía cómo se suponía que debía vivir su vida; las normas habían cambiado. Además, estaba resentido. Las mujeres querían que las trataran de forma distinta y esperaban que él supiera cómo sin habérselo explicado antes, y que accediera a ese nuevo trato sin negociación previa.”
Nos hace saber qué siente, qué teme, qué espera
cada uno de ellos, desde el líder máximo hasta el ser anónimo que asciende
gracias a sus ideales y perseverancia de hierro. Lo pequeño, lo simple, lo
humano transita hacia lo alto, hacia lo complicado de la política, que no parece
tener nada de humano ¿o sí?